Platero y Yo

Platero y Yo (1917) es una joya de la literatura española del escritor Andaluz Juan Ramón Jiménez (1881-1958) premio nobel de Literatura en 1956. Esta obra es una suma de relatos cortos que recogen aspectos de la vida en forma de anécdotas a través de una relación comunicativa y poética, entre un  singular burrito llamado Platero y su amigo cuidador.

Resumen y Análisis

Platero y Yo es un compendio de relatos escritos en prosa poética que Juan Ramón Jiménez cuenta sobre sí mismo alrededor de sus vivencias de infancia en su pueblo Moguer en la región de Andalucía. Detrás del Yo en el título el narrador que destaca como la voz es el poeta Juan Ramón Jiménez.

Como texto literario su desarrollo no se orienta en razón de una estructura clásica que refiera que se está en presencia de una historia a manera de novela, en donde se da una iniciación, un desarrollo y culminación de cierre.

Esta es una obra en la cual destaca una narración que se da a lo largo de todo el desarrollo del libro, su autor ha querido mostrar cómo es la relación del narrador (yo) con Platero, y cómo este singular burro se relaciona con los niños, con otras personas, con los animales y sobre manera como entre ambos personajes viven la naturaleza en forma de poesía.

“Luego, tras un pórtico de sombra fría, hay un palacio de esmeralda, y un lago, que, al arrojarle una piedra á su quietud, se enfada y gruñe. Y el cielo, al fin, la  noche  entra,  y  la   luna  se inflama  allá  en  el  fondo, adornada  de  volubles estrellas.”

Platero y Yo presenta las aventuras vividas entre un burrito muy pequeño, peludo y suave y su dueño. Entre ambos personajes existe una relación inseparable, donde la presencia abrumadora del personaje no humano y su relación con su amigo, hace que esa separación objetiva entre animal y hombre se desvanezca gracias a un nexo mágico inexpugnable.

El libro a pesar de haber sido escrito a principios del siglo pasado, posee un sensible enfoque que le imprime una significativa relevancia  a la naturaleza, más  que a la vida común y cotidiana, que caracterizaba a los temas de la época.

Platero y Yo es  un libro que toca temas sobre la amistad,  la vida, los miedos, las añoranzas, sobre la naturaleza, la enfermedad y hasta la  muerte.

Sinopsis

Como libro Platero y Yo comprende 138 capítulos que resultan ser muy breves, los capítulos no conllevan una línea de tiempo, los mismos más bien resumen y muestran las experiencias y recuerdos vividos, que pendularmente se mueven y que caracteriza la relación entre Platero y el narrador.

El desarrollo de la narrativa del Platero y Yo se da es a través de los distintos acontecimientos, en los cuales el nexo entre los dos personajes centrales se muestran como inseparables amigos, donde las dificultades son tan grandes como las situaciones buenas que les ocurren.

La obra tiene como escenario la vida del campo de Moguer en la región de Andalucía al sur de España, por tanto en Platero y Yo el contexto que se conoce es el  mundo campesino y provinciano. La comunicación entre Platero y Yo es de un diálogo permanente que ocurre entre paseos y lecturas, de allí que la relación entre el burrito y su dueño a los ojos de los habitantes del pueblo, sea mal visto  al punto que le consideren como un loco.  

Platero y Yo como obra narrada en primera persona  acentúa una relación excepcional (hombre animal), contiene un detalle interesante que el lector debe conocer, es la dimensión fundamentalmente poética que tiene la voz narrativa.

Esa voz eleva el nivel literario de Platero y Yo, porque es poética y comunicativa,  se da con un ser que sin ser humano está cargado de una sensibilidad que no existe en otro ser más que en el burrito platero. En ese mundo no tienen cabida sino los niños porque tienen similar capacidad emotiva.

“Entre los  niños, platero es de juguete. ¡Con qué paciencia sufre sus locuras! ¡Cómo va despacito, deteniéndose, haciéndose el tonto, para que ellos no se caigan!”

Por eso es que en el libro se observa que durante las vacaciones de verano los niños que llegan al pueblo se conectan en comunión con el burrito platero y su dueño el poeta, la pasan tan bien y cuando los niños se marchan, el poeta y Platero se quedan añorando la presencia de los niños.

Han   pasado  las   vacaciones,  y,  con  las   primeras  hojas  gualdas,  los   niños  han  vuelto  al colegio.  Soledad.  El  sol  de  la  casa  parece  vacío.  En  la  ilusión  suenan  gritos  lejanos  y  remotas risas..”

Las breves narraciones que a lo largo del libro Platero y Yo se exponen, llevan a un desenlace triste, Platero muere y el narrador relata cómo fue entierro y como continúa hablando poéticamente de su amigo aunque no se encuentre a su lado.

 Género literario

Como obra pertenece al género de la poesía en prosa. Campo iniciado en España por Juan Ramón Jiménez a partir de esta maravillosa pieza.

“El paisaje verde nada en la lumbrarada florida y soñolienta, y en el azul limpio que encuadra el muro astroso, suena, dejada y dulce, una campana”

Platero y yo es un libro de memorias, una suerte de pincelada autobiográfica que su autor hace en forma de relatos escritos en prosa. Que aun cuando no es una autobiografía,  lo que su escritor si se planteo fue elaborar un universo especial a partir de sus vivencias y recuerdos de joven, llevándolas al plano de la literatura y alejándolas del mundo objetivo con el que suelen asociarse las biografías.

Personajes

• Yo el narrador:  “Yo” es el narrador presente en los relatos, describe todo lo que ocurre a lo largo del texto, así como exhibe cómo es y cuánto  ama a Platero. Yo se muestra como el dueño de platero, un hombre vestido todo de negro, con barba nazarena y un breve sombrero negro.
• Platero: Personaje protagónico presente en la obra, es el burrito, pequeño, peludo, suave… Platero está al cuidado de un joven que viste de negro y que llaman loco, ambos son inseparables.
• El mismo autor ha dicho que Platero como nombre del burro en estas narraciones es una personificación que representan los burros plateros (color plata del pelaje) que tuvo de muchacho.
• Darbón:  El médico de Platero.

Símbolos presentes en el libro

Platero como figura central encarna la personificación de aquellos burros plateros que de muchacho tuvo Juan Ramón en su pueblo Andaluz de Morgues, y no un burro único.  La figura del burro en tanto animal, adquiere en la obra un valor simbólico.

Platero simbólicamente es la fascinación poética y personal del mundo que Juan Ramón Jiménez desea destacar maravillosamente a través de este ser no humano. El escritor invita al lector con Platero y Yo a diferenciar lo que es el mundo de la poesía/poeta con lo que es el mundo objetivo/personal, de allí que no encuentre el lector en alguno de los capítulos del libro, la visión del narrador  imponiendo eso que conocemos como realidad objetiva.

Los pájaros son un síntoma de alegría: “¡Libre concierto de picos!"

La mujer esta simbolizada  en los animales, en las plantas, en las cosas: “Platero viene a mí tan limpio que parece una muchacha desnuda” 

Con Platero además se simboliza el sentimiento de amor, de amistad empática y de comunicación con los animales más que con las personas adultas y lo que representan en tanto roles sociales, a excepción de los niños.

“Los  niños han ido con Platero al arroyo de los  chopos, y ahora lo  traen trotando, entre juegos  y risas, todo cargado de flores amarillas”

Frases célebres

• “Platero es pequeño, peludo, suave;  tan  blando por  fuera,  que  se diría  todo de algodón, que  no lleva huesos. Sólo los  espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro”
• “Yo paseaba en soledad y compañía con Platero, que era una ayuda y un pretexto, y le confiaba, mis emociones.”
• “Este remanso, Platero, era mi corazón antes. Así me lo sentía, bellamente envenenado, en su soledad, de prodigiosas exuberancias detenidas… Cuando el amor humano lo hirió, abriéndose su dique, corrió la sangre corrompida”
• “Por  fin,  Platero,  decidido, igual  que  un hombre,  rompe  el  corro   y  se viene  á  mí trotando y llorando, caído el lujoso aparejo.    Como yo, no quiere nada con el Carnaval”
• “Nos entendemos bien. Yo lo dejo ir á su antojo, y él me lleva siempre adonde quiero”
• “Platero rebuzna, sediento y anhelante. Del pozo sale, asustada, revuelta y silenciosa, una golondrina”
• “Platero, aburrido como yo, no sabe qué hacer. Poco á poco se viene á mí   , duda un poco, y, al fin, confiado, se entra conmigo por la casa...”
• “Todos se han ido a misa. Nos hemos quedado en el jardín los gorriones, Platero y yo. ¡Los gorriones! ¡Benditos pájaros sin fiesta fija! Con la libre monotonía de lo verdadero, nada les dicen aquellas campanas"
• “Encontré a Platero echado en su cama de paja, blandos los ojos y tristes. Fui a él, lo acaricié, hablándole, y quise que se levantara..”
• “A  mediodía,  Platero  estaba  muerto.  La  barriguilla  de  algodón  se  le  había  hinchado  como  el  mundo, y  sus  patas,  rígidas  y  descoloridas,  se elevaban  al  cielo”
• “¡Platero amigo!—le  dije yo á la tierra—; si,   como pienso, estás ahora en un prado del  cielo y llevas sobre  tu  lomo peludo á  los   ángeles  adolescentes,  ¿me habrás,  quizá, olvidado? Platero, dime: ¿te acuerdas aún de mi?”
• “Dulce  Platero  trotón,  burrillo  mío,  que  llevaste  mi  alma  tantas  veces—¡sólo  mi  alma!—por aquellos hondos caminos de nopales, de malvas y de madreselvas; á ti este libro que habla de ti, ahora que puedes entenderlo”

Importancia literaria

Platero y yo marca el inicio del desarrollo en España del poema en prosa, ya que marcan una originalidad en razón de los presupuestos estéticos de la modernidad literaria, con platero y yo nace la prosa moderna española, cercana al espíritu de la importancia otorgada a los espacios naturales..

“El  viento... Platero,  que  anda,  manso,  entre  los   pinos  quemados, se llega,  poco a  poco...  Luego  se  echa  en  la  tierra  fosca  y,  á  la  larga  copla  de  madre,  se  adormila,  igual que un niño”

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